oy me he enterado que hay "direcciones generales" y "ministerios de" para todo. Es más, sabido es que hasta para plantar perejil en su casa, indiferente sea el lugar (interior (en maceta) o exterior) se requiere de un permiso especial; y el Estado (en la clase, la profe lo escribe con mayúscula en el pizarrón) controlará su producción. También se llevará un porcentaje que el intendente, o en su defecto los miembros de ese "ministerio de" utilizarán para hacer pestos o condimentar a su gusto cualquier otra comida.

También hay normativas para todo. La más extraña es la que regula la cantidad de chuequera que puede tener una persona, y cual es el punto de exceso que podría agredir el panorama del resto de los civiles. Por supuesto que el candidato deberá abonar por sí mismo los insumos de la ortopedia.

Derecho es una clase interesante. Uno aprende pila de cosas pilamente interesantes. Seguro que sí. Hoy es la primera clase del segundo semestre y nos cambiaron de profesora. Yo golpeé y no me abrió la puerta, así que entré como Periquito por mi casa. Con lo que pago, debería haber un portero, y debería poder asistir de pantuflas. También debería haber un speto corrido en la cantina, en vez de cobrarme hasta el agua caliente. Y el dueño debería ir a buscarme a casa en su lindo Mustang violeta. Me enferma pensar que mi cuota debe ser destinada al seguro del auto y a la nafta, que seguro es supermegapremiumrefinada; nada de gasoil o kerosén.

Punta del Este apesta. No apesta de mal olor como las calles de mi barrio; tienen otro apestor. Uno que se huele con los ojos y hace que automáticamente uno frunza el ceño, arrugue la nariz y piense puaj. Es como estar en un reality show, solo que sin público y sin cámaras. Y ni hablar de la noche. Las "estrellas" andan caminando al lado de uno, y hay tantas putas luces que parecería no haber ninguna en el cielo.

Pero hoy cuando llegué, mientras juntaba valor en la puerta del instituto (con minúscula para restarle rimbombancia), habían unas pendejillas al lado mío. Yo cantaba una canción para mis adentros (y para mis afueras) (en realidad para mis adentros sonaban todos los instrumentos, para afuera solo cantaba) con las más oscuras intenciones de no escucharlas, pero una frase me llamó poderosamente la atención; y creo que nunca podrían haber dicho algo tan inteligente. Entré con más ganas de llegar y sentarme a escribir esto, y sin duda con un estado anímico mucho más elevado que el que tenía cuando bajé del ómnibus. La pendejilla le dijo a las otras dos con las que estaba: "No puedo ser mas imbécil".

Qué fea tos tengo. Y la profesora esa, creo que se hizo ese chaleco con una colcha de mi casa.


Notación agregada luego de 6 clases de derecho comercial: No ha habido una sola vez que la profe no haya ido con un chaleco o buzo que no tenga rombos. Y son siempre diferentes. El último me hizo acordar a las medias genéricas de padre.

Creo que descubrí su identidad secreta...







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