miércoles, 24 de septiembre de 2008

memoriahumana

Página  1 | 2 | 3 

ecuerdo el día en que fracasé como VJ para la MTV, como si hubiese sido ayer.

No puedo pensar en la forma de vincular esta imagen con ninguna de las ideas que tengo para este artículo, pero nadie puede discutir que ES NECESARIO que la incluya, a como dé lugar.

La ambientación del estudio reproducía el loft con el que sueñan todos los adolescentes de la primera década del siglo XXI, incluyendo (pero no limitado a): paredes cubiertas de imaginativos graffitis multicolores, un enorme ventanal ofreciendo una panorámica de la ciudad ardiendo con vida propia, algunas plantas de plástico, dos noteboooks conectados a Internet mostrando un blog y un canal de IRC (elegidos al azar), un complejo tinglado de metal y cables soportando unos 16 monitores reproduciendo el eterno scroll del código de The Matrix, una estatua de metro y medio de altura de Bob Esponja, y dos modernos sillones (léase, tan vistosos como incómodos -y tampoco es que "vistoso" deba confundirse con "lindo") desde los que K y yo conducíamos el programa.

A nuestras espaldas, en una pantalla de unas 40 pulgadas flanqueada por dos parlantes, se estaba exhibiendo el video de "Got The Life".

"Me pregunto", reflexioné sobre los minutos finales del video, "si es que los miembros de Korn no tienen integridad ni respeto por sus fans, o si acaso ellos mismos son tan estúpidos que de verdad no se dan cuenta de que un video como éste apareciendo en la MTV resulta en una ironía de un calibre tal que si Sófocles se levantara de su tumba se le caería la mandíbula al suelo."

"La mandíbula se le caería al suelo de todas maneras, con video o sin él", me respondió K, "Hace rato que Sófocles no debe tener más tejidos que le sujeten los huesos en sus respectivos lugares."

En ese momento, L irrumpió en escena trayendo en las manos un sobre abierto y la nariz sumergida en la carta que había sabido ocuparlo momentos antes.

"Paren las rotativas", anunció tajante "MTV rechazó nuestro piloto."

Intenté mostrarme desolado por la noticia, aunque sólo fuera para dar el espectáculo para las cámaras, pero soy incapaz de expresar ningún sentimiento con un mínimo de credibilidad.

"¿Qué fue?", quise saber, "¿Mi manía de irme por las ramas antes de poder concretar a medias una idea? ¿Tu permanente mal humor? ¿Las interminables divagaciones plagadas de herméticas referencias históricas y/o literarias de K? ¿Nuestra explícita adicción a la cafeína? ¿Las constantes puteadas?"

"No lo dicen específicamente, pero me parece que no les cayó bien que para el Making The Video propusiéramos la versión de 'Go To Hell' que sale en el NAIVE (Hell To Go)."

"Me gustaba más la MTV en los 80, cuando se tomaban la letra de una canción como Money For Nothing con buen humor, y hasta ponían el video en Alta Rotación."

 

El tesoro más grande que me dejó mi fugaz militancia en la Iglesia Católica, es ésta capacidad de no sólo justificar sino incluso enaltecer -cubriéndolos con un halo de nobleza y rectitud- actitudes tan soberbias como sentir lástima por los demás, o tan patéticas como capitular ante la propia cobardía. Mi gran frustración en la vida es no haber sabido comunicar éstos valores.

"¿Alguna vez se pusieron a pensar", preguntaría K en una de nuestras tantas tertulias en torno a una cantidad desmedida de tazas de café, "en que hay personas que parecerían tener como única función en la vida ilustrar con un ejemplo gráfico algún axioma fatalista de la sabiduría popular?"

"Una teoría interesante", reflexionaría L, "eso explicaría cómo es posible que exista un tipo tan zokete como para morir desnucado por meterse una linterna en la boca."

"Precisamente. O ahogado por salvar a una gallina."

"O atragantado comiendo pop." ["pop" = "pochoclo", en uruguayo -N. del E.]

"Si esa teoría fuese correcta", interrumpiría yo, "con más razón que nunca es nuestro deber como Cristianos apiadarnos de ellos, porque es la propia función con la que Dios los puso en el mundo la que determina que su sentido común no pueda alcanzar un nivel de madurez mínimo como para, por ejemplo, no morir de una forma tan vergonzosamente ridícula; y no es, por lo tanto, algo por lo que se los pueda culpar. Además, si El así lo dispuso, quizás incluso ese triste destino es Venturoso y Bueno, siendo que de hecho ellos están alcanzando su Misión en la Vida. Acaso, en ese sentido, esas mismas muertes los hagan mucho más maduros que cualquiera de nosotros, porque después de todo, ¿no es la madurez precisamente reconocer y alcanzar nuestra Misión en la Vida?"

"La madurez", respondería L, "es llegar a un punto en el que uno quisiera poder viajar al pasado para encontrarse consigo mismo, y cagarse a patadas en el culo."

Página  1 | 2 | 3 







No hay comentarios:

Publicar un comentario