martes, 30 de septiembre de 2008

parentesisdeunanochependular

dedicado a Dudataria,
que jamás leerá estas líneas.

A) (o be, ce y de)

- Y vos, ¿sabías que íbamos a terminar así?

¿Que mi perro da vueltas bajo la ventana y el viento juega con árboles que no le pertenecen?

¿Que eso que ayer fue eco hoy se transformó en una brisa? Y que nos está matando.

¿Qué querías ser cuando eras un pibe? ¿Querías ser como papá, mamá, tíos, tías, primos, primas, hermanos, hermanas mayores? O tal vez tan sólo querías plantar una palmera en el medio de tu patio, sentarte en la copa y año tras año estar un poco más alto, más cerca de este cielo ciego que hoy arropa este insomnio. ¿Dónde aprendiste a mirar con tanta tristeza y sin motivo? ¿Eras vos el que se paraba en cada esquina esperando que pase algo que te devuelva un poco de vida? Por sobre todas las cosas decíme, ¿de dónde te saqué? Cara de invierno, de agosto a la sombra, de diciembres con frío por dentro. De filosa realidad, de péndulo sin razón de ser. De vacío sin espacio, de lágrima sin gravedad. De sueño insensato e higiénica verdad. De piel que florece al instinto. Cara de que el sol te robó una luz que era tan tuya por las noches: luz sin freno, fracaso sin motivos.

Cara de mirar al sur y fascinarte por todo aquello que hubieras podido ser si tan sólo...

- ¡Pará!, ¿Para qué hacés esto? Es tan estúpido un pretérito pluscuamperfecto a esta altura de la vida.

- ¿Y cómo llamás a esto si no? ¿La tranquilidad después de la paliza? Sería humanamente imposible ponerle nombre. ¿Mi perro sigue dando vueltas bajo la ventana? Tal vez es el ojo del huracán. Decíme, ¿venís porque sos la respuesta a la pregunta que nunca me hice o porque simplemente te encantan las fluctuaciones de mi estado de ánimo al mirarte?

- Capaz que yo tenía razón, que tendría que haber plantado esa palmera y subir hasta donde sólo lleguen los susurros de Nico en la Velvet Underground. Igual ahora me alcanza con un reproductor de MP3 y un porro.

- Me quedo con lo de humanamente imposible...


B) (o a, ce y de)

Pero aparentemente me cuesta mucho separarme de lo que soy para entender lo que sos. O una boludez de ese tamaño, bueno en fin no sé qué tanta vuelta, en el fondo me gustan los pajaritos, sobre todo cuando se bañan y chapotean en algún que otro charco. Por vos, si los árboles te abrazaron y no te podés soltar, es problema tuyo, seguro que parte del hecho de que nunca se te ocurrió que un hombre puede arropar a un árbol, o tal vez te pareció demasiado obvio y lo dejaste ir, junto con tantas otras cosas lo dejaste ir. Si tomaras conciencia de que... bueno, no importa, nada importa realmente. Tu ropa es una falsa resonancia del acorde de tu piel. Tus ojos se anticiparon a tus palabras: yo sabía que me amabas, lo duro fue admitirlo. Mierda, estas sábanas...

- ¿Estás despierto?

- Te juro me encantaría poderme dormir, mañana...

- No me hablés de mañana, mañana es hoy me dijiste en algún momento, y te juro que me hiciste perder el hilo de lo que sea que estaba pensando. ¿Tenés miedo, o es pura ansiedad? El miedo está en el antes y el después, lo del medio no importa créeme.

- Decíme que diferencia hay entre poner una bomba y preguntarte quién sos realmente. Está bien, mañana hacemos carne eso hasta temo nombrar. Pero para mí la bomba es sólo nombrarte. ¿Sabés que puedo destrozar tu mente con sólo nombrarte?

- Sí, lo que vos quieras... ¿Te cepillaste los dientes antes de dormir?, ¿anotaste en tu diario que hoy fue igual que ayer, igual que mañana y tal vez pasado? Me levanto, me lavo la cara, me cepillo los dientes, me afeito, salgo a la calle, reparto panfletos que nadie va a leer jamás. Compartimos otro almuerzo; dormimos una hora de siesta, desnudos. A la tarde, actividad A. Si A resulta efectiva le continúa desenlace B, si B resulta impracticable se pasa a C, que es básicamente sálvese quien pueda. Si desde el principio A no se puede llevar a cabo por razón a1, b1 o c1, concluimos con D. D implica una muerte.


C) (o a, be y de)

Alguna que otra vez te prometí volver a sonreír, alguna que otra vez te prometí encontrarte donde los cielos son abstractos. También te prometí que miraríamos el mar (de noche) juntos. Que haríamos el amor de nuevo, que sería amor. ¡Qué triste resulta esforzarme por pensarte y jamás realmente hacerlo! Que tu imagen mental se haga día a día más difusa y que el sonido de tu voz sea realmente un eco ininteligible. Temí tanto el momento en que te vería en el diario que cuando llegó no supe qué sentir, no supe qué decir, no supe qué pensar. Tal vez fue pensarsentir o sentirpensar, el orden no importa realmente. Las noches son en coma, las mañanas automáticas y las tardes suicidas. ¿Por qué les dicen policiales y no delictivas? ¿Por qué el recuerdo de tu nombre me trae tu imagen? Tiré todas tus fotos porque me hacían daño. Quemé tus palabras.


D) (o a, be y ce)

La tenue luz del crepúsculo antes del anochecer nos une, conjugando las sombras de nuestros cuerpos entrelazados. Hubiese llevado años despertarnos, o lo que creo que ahora estar despierta será otra mentira de esas que siempre me resultó fácil creer. Tanto como la de sentir tu cuerpo a pesar de, sentir tu aroma a pesar de, oír tu voz a pesar de, ver tu sombra a pesar de. Mi amor, soñé que mi nombre era Suárez y que mi vida sólo tenía sentido al tocarte. Soñé un bar de bostezos y alguna que otra conversación atemporal. Vi las luces, de un amarillo enfermizo y me enamoré de vos en un colectivo. Fuiste porcelana fría y en algún otro momento fuiste carne de mi cuerpo. Soñé un laberinto del que sólo me quedó correr. Soñé que estabas acá, porque tu recuerdo habita en mi mente acechando y esperando el momento justo. Aquel día... ¿nos quedamos dormidos o soñamos en unísono? Aunque afuera el mundo se acabe al compás de un incesante grillo, adentro nada, nada nos importa realmente. Fue una siesta interminable, creéme que no sé si nos despertamos. Tal vez sólo era ese huracán que nos viene siguiendo desde hace tanto tiempo ya. Tal vez siempre fuimos parte de él






No hay comentarios:

Publicar un comentario